LA HISTORIA DE UN COLCHÓN
ME HICIERON DE GOMA PLUMA,
EN LA FUNDA ME METIERON,
MULLIDO Y LLENO DE VIVA,
UNA TARDE ME VENDIERON.
ERA UN COLCHÓN DE DOS PLAZAS,
HECHO PARA DAR PLACER,
Y POR ESO ME LLEVARON,
PARA SERVIR A UN HOTEL.
EN LA CAMA ME TENDIERON,
DE ESE HOTEL MUY CONCURRIDO,
Y ME ESTRENÓ UNA PAREJA,
DE GUSTOS MUY RETORCIDOS.
FUERON DOS HORA INTENSAS,
AGUANTANDO SACUDONES,
SE FUERON Y ME DEJARON,
DOS IMBORRABLES MANCHONES.
VARIOS AÑOS ME TUVIERON,
SACUDÓN TRAS SACUDÓN,
VI COSAS QUE SUPERABAN,
CUALQUIER IMAGINACIÓN.
PERO UN DÍA ME ENROLLARON,
Y SIN QUERER FUI A PARAR,
A OTRA CAMA DE DOS PLAZAS,
PERO EN CASA FAMILIAR.
ME USABAN SOLO DE NOCHE,
ERA BASTANTE ABURRIDO,
LOS RONQUIDOS SE ESCUCHABAN,
MEZCLADOS CON OTROS RUIDOS.
RECUPERÉ LA ALEGRÍA,
QUE HABÍA TENIDO ANTES,
CUAN DOME LLEVÓ A SU CASA,
UNA SEÑORA ELEGANTE.
OTRA VEZ FUI AQUEL COLCHÓN,
DE USO BASTANTE SEGUIDO,
NO CREÍ QUE ESA MUJER,
TUVIERA TANTOS MARIDOS.
HUBIERA SIDO PERFECTO,
DE NO HABER APARECIDO,
UNA TARDE POR SORPRESA,
EL AUTÉNTICO MARIDO.
FUI TESTIGO INVOLUNTARIO,
DE AQUEL DRAMA PASIONAL,
Y TERMINÉ DE ESA FORMA,
MI PERÍODO LABORAL.
SOLO ME QUEDÉ EN LA CASA,
Y MUCHOS DÍAS PASARON,
HASTA QUE UN ROLLO ME HICIERON,
Y EN UN CAMIÓN ME CARGARON.
CON MUCHOS AÑOS ENCIMA,
PENSANDO EN TIEMPOS PASADOS,
VIVO MI ÚLTIMOS AÑOS,
COMO UN COLCHÓN JUBILADO.
AHORA ENTRE OTROS COLCHONES,
ROTOS, SUCIOS Y GASTADOS,
ESTOY TIRADO Y VENCIDO,
EN UNA FERIA DE USADOS.
Rubén Lamónica
EL MOCHILERO
CON LA MOCHILA CARGADA,
CARPA Y OTROS ELEMENTOS,
TRATÉ POR PRIMERA VEZ,
DE VIVIR EN CAMPAMENTO.
CON MUCHA DIFICULTAD,
POR FIN ME PUDE COLGAR,
TODO EL INFIERNO DE COSAS,
QUE PRETENDÍA LLEVAR.
CUANDO PUDE CARGAR TODO,
CON SEGURIDAD INCIERTA,
COMPROBÉ QUE NO PODÍA,
ASÍ PASAR POR LA PUERTA.
SUBIENDO Y BAJANDO BULTOS,
VIVÍ MI PRIMER TORMENTO,
HASTA QUE PUDE SALIR,
AL FIN DEL DEPARTAMENTO.
ENCARÉ POR EL PASILLO,
Y COMPROBÉ CON HORROR,
QUE ASÍ CARGADO NO ENTRABA,
EN EL PEQUEÑO ASCENSOR.
NO ME QUEDÓ OTRA ELECCIÓN,
SOLO HABÍA UNA MANERA,
DE BAJAR LOS DOCE PISOS,
POR LA EMPINADA ESCALERA.
CON LA MOCHILA, LA CARPA,
UN SARTÉN, LA CACEROLA,
LA BRÚJULA, EL SOMBRERO.
LA MANTA, LA CANTIMPLORA.
CON LOS BOTINES DE CUERO,
LA PALA Y UN GRAN FAROL,
FUI BAJANDO LENTAMENTE,
ESCALÓN POR ESCALÓN.
CON LA BOLSA DE DORMIR,
UNA GARRAFA CARGADA,
Y LA CÁMARA DE FOTOS,
EN EL CUELLO BIEN COLGADA.
DE REPENTE, NO SE COMO,
SE ME LADEÓ LA MOCHILA,
SE ME CAYÓ LA LINTERNA,
Y JUSTO PISÉ UNA PILA.
TRATÉ DE HACER EQUILIBRIO,
PERO FUE EN UN SANTIAMÉN,
QUE SE TRABÓ ENTRE MIS PIERNAS,
LA MANIJA DEL SARTÉN.
ALLÍ INICIÉ MI CAÍDA,
QUE TERMINÓ EN PLATA BAJA,
SOBRE LAS FLORES MARCHITAS,
DE UN MACETERO DE LAJAS.
CUANDO PUDE REACCIONAR,
ENTRE UN SINFÍN DE DOLORES,
ME RODEABAN PARAMÉDICOS,
ENFERMERAS Y DOCTORES.
ASÍ TERMINÓ MI HISTORIA,
DE MOCHILERO FRUSTRADO,
TIRADO EN UN HOSPITAL,
CON TODO EL CUERPO ENYESADO.
Rubén Lamónica
ME HICIERON DE GOMA PLUMA,
EN LA FUNDA ME METIERON,
MULLIDO Y LLENO DE VIVA,
UNA TARDE ME VENDIERON.
ERA UN COLCHÓN DE DOS PLAZAS,
HECHO PARA DAR PLACER,
Y POR ESO ME LLEVARON,
PARA SERVIR A UN HOTEL.
EN LA CAMA ME TENDIERON,
DE ESE HOTEL MUY CONCURRIDO,
Y ME ESTRENÓ UNA PAREJA,
DE GUSTOS MUY RETORCIDOS.
FUERON DOS HORA INTENSAS,
AGUANTANDO SACUDONES,
SE FUERON Y ME DEJARON,
DOS IMBORRABLES MANCHONES.
VARIOS AÑOS ME TUVIERON,
SACUDÓN TRAS SACUDÓN,
VI COSAS QUE SUPERABAN,
CUALQUIER IMAGINACIÓN.
PERO UN DÍA ME ENROLLARON,
Y SIN QUERER FUI A PARAR,
A OTRA CAMA DE DOS PLAZAS,
PERO EN CASA FAMILIAR.
ME USABAN SOLO DE NOCHE,
ERA BASTANTE ABURRIDO,
LOS RONQUIDOS SE ESCUCHABAN,
MEZCLADOS CON OTROS RUIDOS.
RECUPERÉ LA ALEGRÍA,
QUE HABÍA TENIDO ANTES,
CUAN DOME LLEVÓ A SU CASA,
UNA SEÑORA ELEGANTE.
OTRA VEZ FUI AQUEL COLCHÓN,
DE USO BASTANTE SEGUIDO,
NO CREÍ QUE ESA MUJER,
TUVIERA TANTOS MARIDOS.
HUBIERA SIDO PERFECTO,
DE NO HABER APARECIDO,
UNA TARDE POR SORPRESA,
EL AUTÉNTICO MARIDO.
FUI TESTIGO INVOLUNTARIO,
DE AQUEL DRAMA PASIONAL,
Y TERMINÉ DE ESA FORMA,
MI PERÍODO LABORAL.
SOLO ME QUEDÉ EN LA CASA,
Y MUCHOS DÍAS PASARON,
HASTA QUE UN ROLLO ME HICIERON,
Y EN UN CAMIÓN ME CARGARON.
CON MUCHOS AÑOS ENCIMA,
PENSANDO EN TIEMPOS PASADOS,
VIVO MI ÚLTIMOS AÑOS,
COMO UN COLCHÓN JUBILADO.
AHORA ENTRE OTROS COLCHONES,
ROTOS, SUCIOS Y GASTADOS,
ESTOY TIRADO Y VENCIDO,
EN UNA FERIA DE USADOS.
Rubén Lamónica
EL MOCHILERO
CON LA MOCHILA CARGADA,
CARPA Y OTROS ELEMENTOS,
TRATÉ POR PRIMERA VEZ,
DE VIVIR EN CAMPAMENTO.
CON MUCHA DIFICULTAD,
POR FIN ME PUDE COLGAR,
TODO EL INFIERNO DE COSAS,
QUE PRETENDÍA LLEVAR.
CUANDO PUDE CARGAR TODO,
CON SEGURIDAD INCIERTA,
COMPROBÉ QUE NO PODÍA,
ASÍ PASAR POR LA PUERTA.
SUBIENDO Y BAJANDO BULTOS,
VIVÍ MI PRIMER TORMENTO,
HASTA QUE PUDE SALIR,
AL FIN DEL DEPARTAMENTO.
ENCARÉ POR EL PASILLO,
Y COMPROBÉ CON HORROR,
QUE ASÍ CARGADO NO ENTRABA,
EN EL PEQUEÑO ASCENSOR.
NO ME QUEDÓ OTRA ELECCIÓN,
SOLO HABÍA UNA MANERA,
DE BAJAR LOS DOCE PISOS,
POR LA EMPINADA ESCALERA.
CON LA MOCHILA, LA CARPA,
UN SARTÉN, LA CACEROLA,
LA BRÚJULA, EL SOMBRERO.
LA MANTA, LA CANTIMPLORA.
CON LOS BOTINES DE CUERO,
LA PALA Y UN GRAN FAROL,
FUI BAJANDO LENTAMENTE,
ESCALÓN POR ESCALÓN.
CON LA BOLSA DE DORMIR,
UNA GARRAFA CARGADA,
Y LA CÁMARA DE FOTOS,
EN EL CUELLO BIEN COLGADA.
DE REPENTE, NO SE COMO,
SE ME LADEÓ LA MOCHILA,
SE ME CAYÓ LA LINTERNA,
Y JUSTO PISÉ UNA PILA.
TRATÉ DE HACER EQUILIBRIO,
PERO FUE EN UN SANTIAMÉN,
QUE SE TRABÓ ENTRE MIS PIERNAS,
LA MANIJA DEL SARTÉN.
ALLÍ INICIÉ MI CAÍDA,
QUE TERMINÓ EN PLATA BAJA,
SOBRE LAS FLORES MARCHITAS,
DE UN MACETERO DE LAJAS.
CUANDO PUDE REACCIONAR,
ENTRE UN SINFÍN DE DOLORES,
ME RODEABAN PARAMÉDICOS,
ENFERMERAS Y DOCTORES.
ASÍ TERMINÓ MI HISTORIA,
DE MOCHILERO FRUSTRADO,
TIRADO EN UN HOSPITAL,
CON TODO EL CUERPO ENYESADO.
Rubén Lamónica